Cuando existe la sospecha de cáncer por cambios cervicales, un procedimiento de excisión electroquirúrgica (LEEP, por sus siglas en inglés) se puede realizar para identificar y remover las áreas con problemas. El LEEP se realiza bajo anestesia local, similar al tipo de anestesia local que se usaría para las suturas. El LEEP es indoloro, y es un alambre muy delgado que se calienta con corriente eléctrica. Al usar esto, el doctor podrá cortar áreas sospechosas. Las muestras que se toman se envian a un patólogo para identificar los tipos de cambios que se ven en la cérvix. Una ventaja de este tipo de biopsia es que normalmente se remueve alguna mancha problemática, y así funciona como biopsia y tratamiento a la vez. El LEEP sí afecta la forma de la cérvix y sí existe la posibiliad de una reducción o cicatrización de la cérvix. Por esa razón, no es adecuado para pacientes embarazadas, y tal vez no sea la opción preferida en casos especiales, tal como para pacientes jovenes. Las pacientes también se deben abstener de relaciones sexuales por cuatro semanas para permitir una curación completa de la cérvix.